martes, 1 de noviembre de 2011

El Sendero de la Conciencia de Ser y la Cruz de la Tierra.


La última experiencia compartida en este Taller Intensivo realizado en ConCon, ese sendero de convivencia viva y develadora, nos abrió el corazón y atenta la conciencia lo siguió en su vuelo ...por ahí la palabra se entretejió en nuestras voces, en lo escrito, en lo soñado.

Y como todo presente es único e irrepetible, esta vez el viaje me mostró la unicidad y valía de esta mirada mía que me acompaña y me refleja. Como ecos dejo aquí puntos de referencia como en un mapa estelar. Las palabras que compartimos, las preguntas con que Carlos nos llamó suave, insistentemente.

Un mapa estelar de imágenes y palabras, sencillas y nuevas como el temazcal primitivo que nos dimos permiso de explorar, como los pasos de niños sobre la hierba sin pensar o mirando nuestro "tanto pensar".

Aquí, como un testimonio dejo lo que resaltó a mi memoria, a mi corazón que se agarraba de la pluma ese día sábado entre lo intangible del viento y mi cuerpo.

¿Qué es lo que verdaderamente aprende de uno?



Ese espacio donde ocurre la transformación, el aprendizaje, es el lugar donde se encuentra el conocimiento y aquello que requerimos.

¿Cuál es ese espacio? 
La conciencia en la experiencia de distinguir algo que está aconteciendo y que me moviliza a exteriorizarlo en un lenguaje.


El encuentro y la concordancia con el otro esta definido por la base en común que es esa experiencia de aprendizaje, no desde el conocimiento ni desde la creencias o ideas que tenemos. En el encuentro, entonces, radica la posibilidad real de convivencia y mutuo reconocimiento.




La diversidad es la que nos hace lo que somos.




Lo que logra la sanación, purificación y transformación es nuestra propia energía y espíritu; por esto toda técnica o disciplina son vasijas a ser llenadas.





El Altar es un ejercicio de conciencia, señala aquello con lo que quiero estar. Despliego una relación consciente con lo que allí deposito, no con las creencias.



En este breve e inmenso convivir de fin de semana, quedó grabado un intento personal y común. Agradeciendo desde lo más hondo y ligero a todos los que participamos en este encuentro los abrazamos dejando colgadas del aire, del fuego, de la tierra y del agua que somos en cada segundo estas palabras-imagenes.



Inmensamente agradecida por todo lo co-creado
María Ka Ahau

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