martes, 22 de noviembre de 2011

Sanación Humano Contemplativa

El acceso a lo sutil, a la energía y al universo entero es la Conciencia.



La sanación encuentra su flujo aquí, en una complenitud, y la manifestación más intensa 
de ese espacio de convergencia es la Conciencia misma. 


En ese reconocimiento espontáneo vamos percibiendo el flujo continuo del Silencio Interior, se abre como una puerta por donde atravesamos y viajamos por todas las manifestaciones. En esta relación, cada aspecto con el que hacemos contacto cambia, en radiancia, en estructura, en vibración, en relación.





La sanación es un camino humano, es cuando compartimos el estado de conciencia con la existencia del otro, con todo lo que el otro porta, define o bloquea. Es un encuentro con la totalidad del otro en la propia experiencia. 

Sin necesidad de definir, de catalogar o de idear, la relación completa de lo conocido y lo desconocido nos hace testigos participantes de lo nuevo.

Sanar implica trascender en esta enseñanza, distinto de curar, cambiar la conciencia desde la cual se experimenta uno a si mismo y el mundo. Más que un cambio de paradigma es un cambio en el vivir siendo.



Somos humanos, manos, presencia, co creación, potencial de existencia plena. 



Somos conciencia en experiencia humana, preciada, vulnerable, brillante y única.


Sanar es sanarse, ser sanador es Ser. Conciencia de Ser.


Aprender la enseñanza de la sanación es un recorrido que se desenvuelve en los espacios de la comprensión, la sanación personal, la percepción, el silencio interior y el servicio.

Para aprender a ser sanador uno debe abrirse a considerar cada cuerpo constitutivo como un todo integrado. El sanador, el método y la sanación son uno con el cuerpo, la mente, las emociones y la conciencia del aprendiz. No importa si uno trabaja con sus manos en contacto con el cuerpo de la otra persona, o con su palabra o con su atención e intento directamente. Lo importante a esta enseñanza es que se reconozca la Conciencia de Ser.

Todos los pases energéticos, las palabras y las intenciones brotan del silencio interior, están vacías de expectativas o gratificaciones, es una labor silenciosa, son gestos en el infinito creativo.



La enseñanza se explora, la disciplina se practica y cada aprendiz va hasta donde lo lleve su propio espíritu creativo. Requiere paciencia y perseverancia pues no hay diplomas disponibles a la conciencia, y hay más practica, y mas práctica en vez de información.



Los invito a aprender por el Tiempo y el Espacio que nos toca vivir, a encontrar Aquello, que perdura a través de todos los cambios y transformaciones, y a compartir sanar con otros la propia libre disponibilidad convivida sin aspirar a grados, jerarquías o instituciones, soltando los dogmas y arquetipos personales y sociales para ser co ayudadores y testigos de la presencia del silencio y de la maravillosa manifestación en el encuentro de la sanación.


Carlos Andrés Otero Robledo


martes, 1 de noviembre de 2011

Una Estrella más en el Cielo Estrellado.

Testimonio de la experiencia vivida en el Taller Intensivo "El Sendero de la Conciencia del ser y la Cruz de la Tierra", Viña del Mar, Octubre 2011.




Una más en la tribu.
Una más caminando.
Una más. Como una estrellita en el cielo estrellado.




Desnuda de reconocimientos y lugares predeterminados, ausente de máscaras que escondan lo vulnerable, lo inmenso de la experiencia de estar viva.
Entre las risas y las conversaciones el Silencio.
En medio de los sueños, el bloqueo, y la experiencia clara de cómo se proyectan los temores disfrazados de imposibilidades.
¿Qué hay detrás de lo que no puedo decir?
¿Qué hay más allá del propio silencio?


Competencia y comparación contempladas. Contempladas en el cuerpo, en la risa, en el juego, en el vacío ... en el temblor de no saber qué pensar ni qué decir.
Acechando esta sensación de estar detenida, contemplando el respirarme aprendiendo entre todos.
Una más en el Cielo estrellado, desnudando mi pretensión y las preguntas vacías que se hace el ego.
Pasar el día en experiencias diversas, concretas, difusas ... y la mente, mi mente intentando contestar lo conocido y quedándose muda. ¿Cómo se sana esa mudez?


¿Cómo se caza la inconformidad con lo que es?
¿Cómo?




Ofrenda. Me ofrendo.
Y descubro, me descubro diciéndome que no sé que estoy brillando, que no sé que estoy en medio de un Cielo estrellado.
Entonces me conmuevo.
Entonces escribo un poema que habla de ser sólo lo que estoy siendo 
con ese temblor vulnerable  de este momento.
Este momento único que me regala la Vida a través de la experiencia de otros, de mi propia experiencia y el relato posible e imposible que viaja por los segundos.






La tarde viene y se asoma delicado el frescor.
Soy una más de la tribu.
Una estrella más en un Cielo estrellado.





María   Ka Ahau 

El Sendero de la Conciencia de Ser y la Cruz de la Tierra.


La última experiencia compartida en este Taller Intensivo realizado en ConCon, ese sendero de convivencia viva y develadora, nos abrió el corazón y atenta la conciencia lo siguió en su vuelo ...por ahí la palabra se entretejió en nuestras voces, en lo escrito, en lo soñado.

Y como todo presente es único e irrepetible, esta vez el viaje me mostró la unicidad y valía de esta mirada mía que me acompaña y me refleja. Como ecos dejo aquí puntos de referencia como en un mapa estelar. Las palabras que compartimos, las preguntas con que Carlos nos llamó suave, insistentemente.

Un mapa estelar de imágenes y palabras, sencillas y nuevas como el temazcal primitivo que nos dimos permiso de explorar, como los pasos de niños sobre la hierba sin pensar o mirando nuestro "tanto pensar".

Aquí, como un testimonio dejo lo que resaltó a mi memoria, a mi corazón que se agarraba de la pluma ese día sábado entre lo intangible del viento y mi cuerpo.

¿Qué es lo que verdaderamente aprende de uno?



Ese espacio donde ocurre la transformación, el aprendizaje, es el lugar donde se encuentra el conocimiento y aquello que requerimos.

¿Cuál es ese espacio? 
La conciencia en la experiencia de distinguir algo que está aconteciendo y que me moviliza a exteriorizarlo en un lenguaje.


El encuentro y la concordancia con el otro esta definido por la base en común que es esa experiencia de aprendizaje, no desde el conocimiento ni desde la creencias o ideas que tenemos. En el encuentro, entonces, radica la posibilidad real de convivencia y mutuo reconocimiento.




La diversidad es la que nos hace lo que somos.




Lo que logra la sanación, purificación y transformación es nuestra propia energía y espíritu; por esto toda técnica o disciplina son vasijas a ser llenadas.





El Altar es un ejercicio de conciencia, señala aquello con lo que quiero estar. Despliego una relación consciente con lo que allí deposito, no con las creencias.



En este breve e inmenso convivir de fin de semana, quedó grabado un intento personal y común. Agradeciendo desde lo más hondo y ligero a todos los que participamos en este encuentro los abrazamos dejando colgadas del aire, del fuego, de la tierra y del agua que somos en cada segundo estas palabras-imagenes.



Inmensamente agradecida por todo lo co-creado
María Ka Ahau