En este caminar no te reconocerás en tus propias pisadas.
El camino se vuelve tu espejo, el viento tu presencia, tu
silencio
No podremos expresar la capacidad de nuestra mente, de ser
un vehículo de apoyo para transitar por esta experiencia humana, si no nos
damos cuenta de la mente que somos ahora.
La honestidad que se necesita para liberar a la propia mente
debe ser radical, por que si nuestra mente no se libera, no tiene como
revelarse el ser, ni menos la conciencia que es todo.
El engaño mas difícil de superar es el de la individualidad
y libertad de las decisiones.
Tenemos una mente caprichosa, acostumbrada a hacer lo que le
gusta y a evitar lo que le disgusta. Una mente perfecta para un sistema que
crea productos en base a necesidades. Pero una mente traicionera para lo que
significa el camino del conocimiento, el aprendizaje espiritual.
Caminar este camino es un morir, no se trata de pequeñas
transformaciones en el estilo de vida o en las creencias a las que uno se
suscribe. Y mucho menos se trata de una especie de coach, espiritual donde
repetimos frases fantásticas de nosotros mismos, una y otra vez, hasta encarnar
en la idea de ser seres tan preciosos y radiantes.
El camino se hace derechito hacia ese lugar incómodo donde
podemos ver en desnudez nuestros miedos, base de todas las decisiones hasta
ahora.
Es un aprendizaje vivo, por que lo sientes estallando en los
latidos de tu corazón, es un movimiento que te trasciende como persona, por que
estás decidiendo ir hacia donde, toda tu idea de ti mismo, no iría.
Cuando surge esta confianza, de que nada de lo que suceda,
está ahí para hacerte daño, entonces aflora realmente la fe sin forma y sin
miedo. Se comienza a derrumbar el personaje y lo que emerge, extraño y
desconcertante al principio, es una conciencia nuclear, que frente a la
pregunta de qué es ella misma, solo encuentra una presencia.
Hay pocos maestros verdaderos hoy, que estén ahí para
apoyarte en este camino. Hay muchos profesores e instructores, dispuestos a
darte métodos, tácticas, frases para el bronce. Pero los verdaderos te
enfrentan desde su silencio y te acompañan desde su presencia. Pueden sacar
técnicas de apoyo de abajo de la manga, por que son lo esencial, ellos están en
ese lugar y una y otra vez lo visitan, lo exploran y lo reconocen.
Y si pocos son los maestros, imagínense lo escasos que son
los aprendices.
Nos han convencido que el conocimiento es información y que
la información es poder. Ese es el slogan y la verdad que profesa este sistema,
¿tu lo crees?.
Como me dijo Francisco, un indígena de el norte de América.
¿de donde sacaste que eso es poder?¿quién te lo enseño?...
Espero que ha alguno de ustedes, están palabras los muevan a
algo más. Al menos, a que se desdibuje un poco esa línea que parece tan clara
donde sientes que sabes lo que estás haciendo.
Por que quiero compartirte, que la mayor cantidad del
caminar el sendero del aprendizaje es un no saber, de hecho es la premisa de
esa mente, que si puede ser tu aliada hasta el final. Esa mente es la que está
dispuesta a sacrificarse por aquello que la trasciende, esta dispuesta ha
hacerse sagrada en el fuego de la conciencia.
Carlos Andrés Otero Robledo
Julio 2012