Explicar en pocas palabras lo que esta experiencia es... ejercicio difícil por su potencia y profundidad.
Y también una suerte de paradoja porque en este tipo de practicas las experiencias en sí se vuelven secundarias, lo que nos permite, por lo mismo, vernos en una extensión por decir lo menos interesante.
¿Por qué la experiencia en sí es secundaria? Porque al sumergirnos en esta vigilia nocturna de contemplación, nuestra atención esta abierta al fenómeno de la contemplación, y esto se vivencia más allá de toda valoración que podamos hacer acerca de los "objetos" contemplados, por más que éstos sean una experiencia "luminosa", "difícil", "dolorosa", "expansiva" o "espiritual".
La apuesta o intento primordial es internarnos con decisión en lo que damos por supuesto de nuestra naturaleza consciente, de nuestras percepciones y de nuestros formatos de entendimiento de estas experiencias.
Hasta el momento, cada practica de inmersión en la que he participado nos ha mostrado a cada uno de los practicantes patrones, preguntas y experiencias que han sido de provecho y de mucha profundidad para nuestras vidas.
Es un ejercicio abierto y que requiere de coraje, ya que nos pone en la situación de no darnos por sentado y hacer un viaje a lo profundo de lo que somos, dejándonos con una invitación constante a tomarnos la libertad de nuestro autoreconocimiento como el camino de Misterio que es la experiencia de ser Vida en Consciencia. Un camino que nos desnuda y nos refleja en cada instante.
Dejamos abierta entonces la invitación para este Ciclo 2012 de Inmersiones que comienzan este Viernes.
¡¡Los esperamos!!
por María
lunes, 9 de enero de 2012
martes, 3 de enero de 2012
Otra Siembra de Temazcal
Amanecer camino a Talagante, despertamos al fuego del Sol, entre conversaciones y recuerdos caminamos a otra siembra de temazcal.
Talagante se nos muestra púrpura de flores de jacaranda.
Esta es una siembra diferente porque sembramos un temazcal familiar, de manera muy espontánea y natural un grupo de amigos han querido tener esta tarea de construir, portar y compartir un vientre en su nuevo hogar.
Aún antes de que esté terminada la casa ya hay un temazcal palpitando, entre los montes del lugar.
Este temazcal se construye con preguntas... con niños que corren y juegan alrededor... con un grupo de hombres que preparan la tierra y las estructuras... con mujeres que trenzan amarres, comparten la fruta, la sombra, acarrean agua y adornan el dulce vientre que formamos en comunidad.
Entre cada actividad cotidiana, el encendido del fuego sagrado, el fuego de las abuelas piedras, se convive y se comparte el conocimiento, enseñanza e historia se recrean en un circulo bajo la sombra.
A medio día, en medio del Sol se comparte la palabra que traen las tradiciones y costumbres de nuestros Abuelos Americanas.
Y nos reconocemos alegres en este intento de levantar una siembra de temazcal que sostiene lo esencial de su tradición, el reunirnos en comunidad sencilla y abierta a la experiencia del vientre madre tierra que sana, que comunica, que limpia, que fecunda nuestra palabra y nuestro convivir.
Una nueva experiencia se inaugura a partir de esta petición tan llana de esta familia en Talagante, reconociéndonos en el caminar de un Quetzalcoatl, rememorando las visiones de diversos abuelos y abuelas; nos reencontramos en un día de compartir una faena hecha de palabras, corazón y manos cariñosas. Ausente de más pretensiones que no sea el descubrir vivo de la Vida y los cuatro elementos que nos conforman y que se manifiestan con claridad en la práctica viva de encender este vientre materno, este pedazo de madre.... este nuevo Temazcal.
¡Muchas Gracias a todas y todos lo que hicieron posible esta bella experiencia!
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